
El término DSO hace referencia a la expresión ‘Days Sales Outstading’ que, en español, puede traducirse como ‘Período Medio de Cobro’. De hecho, es asiduamente denominado también PMC. Sin duda, se trata de un indicador de gran valor para las empresas. Aquí queremos explicar con detalle qué es, para qué sirve y cómo se calcula.
¿Qué es el indicador DSO?
El DSO es un indicador que sirve para medir el rendimiento de una empresa y la capacidad de financiación que le ofrecen sus clientes. De hecho, expresa mejor que ningún otro cuánto tiempo pasa desde que se produce la venta a crédito de un producto o servicio hasta que finalmente es cobrado íntegramente. Este es el motivo por el que se mide en días.
Dicho esto, todas las empresas buscan que su DSO sea lo más bajo posible ya que esto significa que cobran las deudas contraídas por sus clientes en un plazo corto de tiempo. Esto es así salvo en muy contadas excepciones. Hablaríamos, por ejemplo, de préstamos hipotecarios o para la compra de vehículos o maquinaria industrial, que suelen tener una duración de años.
¿Cómo se calcula el DSO?
Existen dos métodos para calcular el DSO. Si bien es cierto que el método contable es el más útil en la mayoría de los casos, el ‘rollback’ o ‘countblack’ también puede servir en determinadas situaciones. Vamos a comentar ambos.
Método contable para el cálculo del DSO
Este es el sistema más sencillo. En concreto, se basa en la fórmula siguiente:
[Cuentas por cobrar (con IVA incluido) / Ventas realizadas (con IVA incluido)] x Número de días del período que se quiere calcular.
Generalmente, el número de días se estable en 30, 90, 180 o 365 en función de si queremos calcular el DSO mensual, trimestral, semestral o anual. Esto lo podemos ilustrar con el ejemplo de una empresa dedicada a proveer materiales mecánicos a talleres de coches de Madrid. Vamos a imaginar que quiere calcular su DSO mensual tras haber tenido unas ventas de 60 000 € y mantener unas deudas de 35 000 €:
(35 000 € / 60 000 €) x 30 = 17,5
En este caso, el DSO de esa empresa indica que tardar en cobrar sus deudas, de media, 17,5 días, lo que se considera una cifra bastante baja y que indica una relativa buena salud financiera.
Método ‘countback’ o ‘rollback’ para el cálculo del DSO
Coloquialmente, este método de cálculo del DSO es llamado ‘por agotamiento’. ¿El motivo? Se realiza de forma parecida al anterior, pero elimina sucesivamente los saldos financieros que todavía están pendientes hasta que se agotan por completo. Este sistema es ideal en varios casos:
- Cuando las deudas son abonadas a la empresa de forma fraccionada, es decir, en cuotas.
- Cuando el negocio basa su productividad en la estacionalidad o, lo que es lo mismo, en una época concreta del año. Esto es muy habitual en hoteles, locales de restauración o compañías agrícolas dedicadas a un tipo concreto de cultivo.
La fórmula para calcular el DSO es la misma que en el caso anterior. Sin embargo, solo se debe calcular de forma mensual para resultar fiable. También incluye el saldo pendiente pagadero y actual.
¿Qué ventajas ofrece a la empresa conocer su DSO?
La principal utilidad del DSO es la de optimizar el capital que circula dentro de la empresa. De hecho, su cálculo se considera el paso fundamental para reducir el plazo de financiación de sus clientes y así agilizar los cobros. Por tanto, puede considerarse tanto un indicador de control como de rendimiento.
Sin embargo, el DSO necesita de otros indicadores para ser totalmente fiable. En concreto, nos referimos a:
- El DIO o ‘Days Inventory Outstanding’: este indicador refleja el número de días que, como media, un producto permanece inventariado dentro del almacén de la empresa.
- El DPO o ‘Days Payable Outstanding’: este calcula el período de tiempo que necesita la empresa para afrontar el pago a sus proveedores.
¿Cómo se reduce el DSO?
Existen dos factores clave que, si la empresa los consigue dominar, le permitirán reducir su DSO rápidamente. Por ello, es indispensable que los trabaje lo máximo posible. Son:
- Período de cobro de facturas emitidas a clientes.
- Período necesario para la gestión de incidencias. En cualquier caso, siempre es recomendable solucionarlas de forma amistosa ya que los trámites judiciales pueden demorar el cobro bastante.
Además, la automatización del proceso de gestión de cobro suele reducir ostensiblemente el DSO de las empresas. Por ello, cada vez son más las que se animan a instalar softwares específicos que se ocupan de esta tarea de forma muy ágil. También hay multitud de empresas especializadas en este tipo de tareas.
En definitiva, conocer el DSO de nuestra empresa es fundamental si solemos trabajar proporcionando productos y servicios a deuda a nuestros clientes. Solo así podremos establecer planes financieros a largo plazo y controlar la cantidad de capital que circula por nuestras manos. Reducirlo al mínimo elevará exponencialmente las posibilidades de crecimiento del negocio.
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